Los trabajadores de las unidades de base Servicios Marítimos Antilla, Prácticos de Cuba y Consignataria Mambisa, conforman un colectivo de avanzada, cuyas utilidades lo colocan entre los primeros peldaños a nivel nacional, subordinado a la Empresa de Navegación Caribe. La labor que realizan es ardua: largas travesías lejos del hogar, operaciones de salvamento bajo condiciones climáticas extremas, y tripulando medios navales con un estado técnico que pide a gritos, hace mucho tiempo, el mantenimiento estipulado. A ello se suma que, excepto en Consignataria Mambisa, existen dificultades con el sistema de distribución de utilidades, por indicaciones de la empresa. Según Francisco Arcaya Fernández, director de Servicios Marítimos Antilla, se las deben desde octubre del 2023, realidad inconcebible porque ellos fueron, con sudor y sacrificio, quienes las generaron.
El alarmante desacuerdo entre las entidades habaneras para asumir el pago por la reparación de la lancha Tahimí, que navegaba 21 millas con capacidad para 127 pasajeros hasta Nicaro, ha deprimido considerablemente la transportación en el territorio. Esta y otras realidades como un muelle sin mantenimiento por más de una década y sus tramos de ferrocarril desvastados, son resultados de no potenciar las fuerzas productivas en las unidades de base, que sufren muchas veces del abandono de sus empresas.
Hoy el municipio evalúa la pertinencia de integrar las diferentes estructuras administrativas para la constitución de una empresa, idea que ya da sus primeros pasos en cuestiones legislativas.
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