La bancarización en el municipio Antilla hoy muestra una implementación gradual, y si bien es cierto que el grupo de trabajo creado para dirigir y controlar este proceso labora intensamente, determinadas condiciones económicas y tecnológicas del territorio impiden un avance más acelerado. A ellas se unen las causas subjetivas. Al respecto, son muchas las críticas de los pobladores, sobre todo porque no existen cajeros automáticos en Antilla, y se entiende, ya que la logística es vital, tanto en este como en cualquier proceso. Es cierto que el país no puede asumir hoy semejante inversión y que el servicio de caja extra ha venido a solucionar parte del problema. Sin embargo ¿Se explotan todas sus potencialidades?
Evidentemente no. De los 199 establecimientos que ofertan bienes y servicios en el municipio, solo 23 entidades estatales y una MIPYME ofrecen caja extra. Es válido aclarar que el trámite se realiza exclusivamente con el administrador: si no está, no se garantiza. Además, existen unidades en las que ni el administrador dispone de un teléfono para asegurar la comprobación del pago. Unido a todo lo anterior, la comunicación es deficiente, fundamentalmente en las demarcaciones más alejadas de la cabecera municipal. Está claro que el mecanismo debe extenderse en el menor tiempo posible a otros como la UBE Eléctrica, la Productora y Distribuidora de Alimentos, las tiendas Caribe, y a todas las que operan con efectivo.
Con relación a los cobros por código QR, que pueden aliviar la situación de los pobladores, de los 199 establecimientos mencionados, solamente 25 estatales y un cuentapropista lo tienen habilitado. La Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía cuenta con un potencial de 38 bodegas, pero de ellas 20 (que representan 52.6%) no tienen conexión. Es de necios negar las bondades de la bancarización, pero de la eficiencia conque se implemente, dependerán sus fortalezas y oportunidades.
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